Nuestra urbanización de Can Palet, perteneciente al municipio de Corbera de Llobregat, se encuentra ubicada a poniente de nuestro municipio y linda con Sant Andreu de la Barca, este lugar tiene varias cosas a destacar, pero yo destacaría sobre todas ellas dos, sus casas de pages y sus fuentes, las segundas, como es lógico, mucho más antiguas.
La zona donde nos encontramos era prolifera en viñedos y olivos, por ellos podemos destacar que en buena parte de los terrenos todavía hoy se encuentren innumerables márgenes de piedra, realizados a mano por pageses de la época, piedra sobre piedra que han llegado hasta nosotros, los cuales sostenían las planicies para el cultivo.
Recuerdo que las casas de pages desde Can Palet, seguía Can Negre, Can Canonge, Can Amigò, Can Llopart, Can Mariscat, Can Deu, Can Faci y algunas más, casi todas las enumeradas siguen existiendo, algunas tal cual eran hace casi medio siglo y otras reconstruidas.
Los manantiales de agua que brotaban de la tierra hace unos 40- 50 años eran muy prolíferos y bellos en nuestra urbanización de Can Palet, pero con el transcurso del tiempo, los cambios urbanísticos, a veces, no muy bien llevados a cabo como otras tantas cosas, han hecho que por desgracia algunos no hayan llegado hasta nosotros y otros estén en muy malas condiciones de conservación.
Todos estos manantiales y rieras que nacen en Corbera van a desembocar al río Llobregat en el municipio de San Andreu de la Barca.
En la riera de Sant Joan o de Corbera que pasa por Can Palet, en mi infancia yo recuerdo bañarme en estas agua y pescar en un punto próximo a Sant Andreu de la Barca , donde todavía hoy hay un precioso salto de agua y donde todavía se puede apreciar una casita que fue hecha en su día para llevar al pueblo de Sant Andreu agua potable, esta primera obra de canalización de agua fue posible gracias a la pericia de Tomas Vives , el cual le han homenajeado con el nombre de una calle en dicho municipio.
Antes de llegar al salto de agua , encontramos la primera fuente de la que hablaremos la Fuente del Alguacil, su nombre se debe a que el dueño de estos terrenos desarrollaba las funciones de Alguacil en Sant Andreu, su nombre real era Andreu y como curiosidad diremos que tenía una mano de madera tras un accidente de caza. Este lugar situado a unos dos cientos metros río abajo, una vez pasado el puente del camino rural que comienza en el carrer Cim dirección Sant Andreu, hoy en día mal cuidada y poco conservada, hace unos años era una gran planicie llena encinas y plataneras enormes centenarias. Las plataneras son árboles robustos y que se dan en lugares de gran frescor y humedad, por ello los lugareños pasaban largas temporadas en verano, e incluso la juventud de la época acampaba durante las temporadas de primavera y verano.
Al pasear desde la Fuente hasta el Salto de agua, por el frondoso paisaje de plataneras y encinas, había una pequeña balsa que se utilizaba para recoger agua y servía como refugio en su tiempo para animales, recuerdo bañarnos en ella cuando la visitábamos con la abuela Bienvenida.
Hoy en día la fuente a desaparecido, supongo que se corto la beta de agua al hacer alguno de los caminos forestales o rurales por la montaña.
La fuente del Laurel, se encuentra antes de cruzar el puente de la riera entre la Urbanización de la Creu Sunsalba y Can Palet, justo antes de entrar en nuestra urbanización, no tenía grandes plataneras, pero si un gran Laurel, de hay su nombre , y en tiempos tuvo una gran balsa de agua, que primero sirvió como bebedero para los animales de labranza y posteriormente como lavadero público.
Hoy en día desgraciadamente, solo se conserva un triste caño rodeado de una pequeña capilla de cemento que lo adorna.
La fuente de los Plataneros, esta se encuentra más elevada que las anteriores, en la parte más elevada de nuestra urbanización cuando la calle camí de la font dels plataners finaliza y empieza el frondoso bosque, por un camino rodeado de encinas y pinos blancos, a unos trescientos metros encontramos una bifurcación del camino, justo en esa bifurcación, sin coger ninguno de los dos caminos, sino entre los dos, si nos fijamos bien, existe una pequeña abertura entre la frondosa vegetación, que baja pendiente abajo hasta llegar a una pequeña planicie llena de plataneros majestuosos , que casi tocan las peñas donde en su día recogíamos el famoso té de roca.
La fuente de Susias, se llega a ella recorriendo los caminos rurales, en su día fue la más famosa por su paisaje, por su situación en una gran planicie en lo alto de una de nuestras pequeñas montañas desde la cual se apreciaban unas vistas maravillosas. Una vez llegas, la perplejidad de nuestra vista es lógica al contemplar una encina milenaria de indudable belleza, la cual para abrazar su tronco necesitaríamos varias personas. Pero toda esta majestuosidad se ve alterada, debilitada y ennegrecida hoy en día por el abandono que ha sufrido toda esta zona.
En su día, los lugareños nos enseñaban a respetar y a querer a los que pasábamos temporadas de verano o fines de semana todos estos lugares naturales preciosos y nosotros intentábamos cuidarlos, hoy en día pedimos zonas verdes para nuestro disfrute y no cuidamos las zonas verdes de incalculable valor que tenemos cerca de nuestros ojos. Hoy no conservamos una fuente, ni un árbol, muchas veces por no saber, por incultura, con muchos más medios que nuestro antepasados, y si seguimos así, dentro de poco cuando queramos enseñarle una fuente a nuestros hijos deberemos enseñarle una garrafa de agua comprada en el supermercado, tenemos una tarea muy importante, y es sensibilizar a los niños, que son nuestro futuro, para mantener un lugar como el que vivimos, limpio y bello para todas las posteriores generaciones.
Recuerdo al Sr. Figuerola una pages de Sant Andreu que en su día cuidaba los campos de melocotoneros de Can Palet, como nos enseñaba a los niños de ciudad, que veníamos acostumbrados a los lujos del agua potable, luz, teléfono y todas las comodidades que en la época podía dar una ciudad como Barcelona, el valor de las cosas sencillas y buenas:
- valorar un nido de pájaros
- el agua de una riera potable
- el sabor de un melocotón cuidado con cariño
- la mirada de una ardilla, el olor de las plantas aromáticas, romero, tomillo,
- como hacer un injerto para que un árbol de buen fruto
- el cuidado de los animales, buen maíz a una gallina significaba buenos huevos.
En nuestra urbanización pocos gallos y fuentes quedan, pocas cosas de pages conservada y con la tala de árboles que no hace falta cortar, donde irán los pájaros a cantar. Los pinos que molestan si hace falta, se pueden cortar, pero las encinas y los robles, que hoy en día nos permitimos cortar por miedo a que caigan con los vientos es un sacrilegio, ningún roble o encina cae.
Mi abuela cuando nos llevaba a ver las fuentes y a comer nos hacia limpiar de hojas y malezas el lugar, enterar todo la materia orgánica y lo desechable a la mochila. Si todo el mundo hiciera igual todo estaría bello y limpio, una simple colilla tarda en desintegrarse unos cincuenta años.
Se han perdido todas las casetas y refugios de piedra que había para resguardarse de la lluvia y para guardar las herramientas del campo. Recuerdo haber hecho muchas veces el camino de Sant Andreu a Corbera andando y pasando por todas las Masías y fuentes a nuestro paso.
Salvemos la naturaleza todavía hay tiempo y es posible.
Jordi Oliveras
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